El ruido es más que una molestia

Comentario a un anuncio de radio

 

Doraldina Zeledón Ubeda

 

Estoy escuchando, por la radio, un anuncio sobre los efectos del tabaco. Al comienzo creía que era contra la contaminación acústica. Lo vuelvo a escuchar. Es contra el consumo de tabaco, contra la contaminación que produce el humo, la cual puede matar. 

 

Así como la música se propaga, dice el anuncio, así lo hace el humo del tabaco, pero el tabaco mata y el ruido sólo molesta, según el mensaje. Es decir, no hay que preocuparse, porque el ruido sólo causa molestias. Pero, aunque eso ya es bastante, el ruido también es nocivo para la salud (y afecta en la educación, la vida social, la economía).

 

La Directiva de la Unión Europea para la gestión del ruido lo define como sonido no deseado o nocivo; Y "efectos nocivos" los define como “los efectos negativos sobre la salud humana” (art. 3 incisos a, b). Y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el Convenio 148 entiende el ruido como “cualquier sonido que puede provocar una pérdida de audición o ser nocivo para la salud o entrañar cualquier otro tipo de peligro” (art. 3.b).

 

Ciertamente, los efectos del tabaco en la salud son un flagelo y sobre todo que las personas difícilmente pueden dejar el vicio, y pueden estar conscientes del daño que les causa a ellas y a quienes están a su alrededor, pero dejar el cigarro seguramente es un asunto muy complejo. Entonces, es excelente una campaña contra el humo del tabaco; sin embargo, el hecho de lanzar una campaña contra el consumo del cigarrillo, no implica que le vamos a restar importancia a la contaminación acústica. Quizás la idea era comparar la forma en que se propagan el ruido y el humo del tabaco, y cómo ambos son residuos de una actividad que alguien disfruta, pero que afecta también a otros.

 

Según la Guía de la Organización Mundial de la Salud (1999), el ruido no sólo provoca molestias y pérdida de la audición (sordera), también provoca efectos sobre otras funciones fisiológicas: con la exposición prolongada al ruido, los individuos susceptibles pueden desarrollar efectos permanentes, como hipertensión y problemas cardiacos, estrés, dolor de cabeza, etc.  

 

Y soportamos el ruido por muchos años, por toda la vida, sin que nadie se preocupe.  Y por muy música que sea, si molesta, es ruido. Y si el nivel de presión sonora es alto, afecta la salud, aunque nos agrade la música. Es lo que sucede con los adictos al discman, aunque disfruten de la música, si sobrepasa los límites para no afectar la salud, les perjudica. También la música del vecindario puede alcanzar altos niveles de presión sonora. Entonces, la inmisión de ruido que produce el equipo de sonido, no sólo causa molestias, sino que afecta la salud. 

 

También dice la OMS que los efectos del ruido en el sueño son muy significativos. Nos afecta inmediatamente al interrumpir o no poder conciliar el sueño. Provoca cambios en la presión arterial y en la frecuencia cardiaca, incremento del pulso, variación de la respiración, arritmia cardiaca, etc.

 

El ruido, además, puede afectar de forma indirecta Veamos un ejemplo: necesito acostarme temprano porque tengo que entrar a las seis de la mañana al trabajo, pero en la casa vecina hay ventanas y huecos por donde se propaga el sonido de un televisor y de un equipo de sonido, no puedo dormirme mientras no termine la película o cese la música. Y me desvelo. Igual pasa con la música de un centro nocturno. Esto sucede a diario a muchas personas.  Luego, andamos desveladas; con estrés, con sueño; podemos provocar un accidente de tránsito, un operario puede manipular mal las máquinas, o un conductor puede dormirse mientras maneja, etc. Esto ha sucedido, lo que pasa es que no se investiga por qué se durmió, sólo se dice que iba dormido, pero no se sabe por qué. Puede ser por exceso de alcohol, o por una larga jornada de trabajo, etc. pero también pudo ser que se desveló debido al ruido del vecindario.

 

Y hay gente se queja de los parlantes que se colocan cerca de comedores, como se queja del humo de tabaco en los restaurantes.

 

En fin, el propósito del mensaje es loable, pero cusa un efecto no deseado, pues se entiende que hay que preocuparse por el humo del tabaco, no por el ruido, porque éste “sólo molesta”. Al menos es mi percepción.

 

En conclusión, el mensaje que deja el anuncio no me parece tan acertado, pues el ruido también puede afectar gravemente la salud, y causa enfermedades graves o las acelera. Lo que sucede es que no le damos importancia, se ha estudiado menos y son enfermedades que se dan también por otras causas. Eso mismo sucedió con los efectos del tabaco, se decía, entre otras cosas, que no había pruebas y que era sólo una molestia a personas sensibles. 

 

Además, el derecho al descanso, a la salud y el derecho de habitar o de  trabajar en un ambiente sonoro saludable, son derechos humanos, constitucionales, y por ende debemos protegerlos, respetarlos y exigir que se respeten, igual que el derecho a respirar aire puro, sin contaminación por el humo del tabaco.